Aquello que cuidamos sigilosamente muchas veces es lo que valoramos con gran estima. Con frecuencia puede posarse en la punta de nuestra lengua, a punto de escaparse. Hay enigmas que nos vemos tentados a gritarlo por los balcones, pero lograr mantenerlos en privado puede significar un disfrute muco mayor, de acuerdo con un último estudio.
La psicología detrás de tocarse la cara siempre: ¿por qué hay personas que no pueden parar de hacerlo?Guardar un secreto puede a veces ser una tarea más que costosa. Un ascenso en el trabajo, una buena nota en un examen, una propuesta romántica, son anécdotas que nos gustaría pintar en el cielo y que todo el mundo sepa lo afortunados que somos. La satisfacción de conocer la reacción de un otro, la admiración que este puede sentir nos hace adelantarnos a revelar un enigma, pero resulta que no contarlo puede ser incluso más emocionante.
Un estudio publicado en noviembre en el Journal of Personality and Social Psychology: Attitudes and Social Cognition, reveló que mantener un secreto positivo para nosotros mismos puede tener un efecto “energizante”. Esta investigación incluyó cinco experimentos con un total de 2800 participantes entre las edades de 18 y 78 años. La serie de pruebas concluyó en resultados sorprendentes sobre los efectos de los secretos en nuestro cerebro.
Los beneficios de guardar un secreto, según un estudio psicológico
Uno de los experimentos consistió en el relato de los participantes. En él se le otorgaron 38 tipos tipos de diferentes noticias personales positivas, como un nuevo romance, un próximo viaje o estar en la posición de poder pagar alguna deuda. En promedio, las personas reportaron que habían experimentado alrededor de 15 de esos escenarios de la lista, los cuales aproximadamente seis de ellos no habían contado a ninguna persona.
Luego se seleccionaron participantes aleatorios que debieran relatar sus experiencias, algunos fueron asignados a contar aquellas que les habían dado a conocer a un tercero, mientras que otros debían relatar aquellas noticias que se habían reservado para ellos mismos. Esta simple prueba dio cuenta de algo fascinante ya que aquellos que habían reflejado esas noticias en secreto se sentían mucho más “energizadas” que aquellas que contaron noticias que ya habían revelado a otras personas.
“No se trata de enegría en el sentido de ‘acabo de tomar un café’”, describe Michael Slepian, profesor asociado de la Universidad de Columbia. Se trata en cambio de lo que él describe como “energía psicológica”, un sentimiento similar al que experimentamos cuando nos encontramos completamente comprometidos con algo. Esta investigación consistió en un enfoque más positivo sobre los secretos que anteriormente se habían analizado desde una eprspectiva más perjudicial.
“Saborear” los secretos para mejorar nuestro ánimo
Entre otras de las ventajas que representan los secretos se encuentra en el disfrute de mantenerlos, destaca el especialista. “Saborear” las buenas experiencias como el aire limpio cuando atravesamos la puerta pueden brindarnos una gran alegría. A la misma vez, tomarnos un tiempo extra para apreciar las buenas noticas o planes que nos hemos guardado para nosotros y que eventualmente revelaremos, puede tener efectos beneficiosos en nuestro ánimo.
“Si mantenés la información secreta simplemente por que querés, y esta decisión refleja tus valores y convicciones, el estudio demuestra que puede resultar beneficioso”, aclara Andreas Wismeijer, psicólogo en la Universidad de Tilburg en Países Bajos sobre las consecuencias negativas de secretos más nocivos, que se ha demostrado peuden aumentar los niveles de ansiedad y ser perjudiciales para los vínculos con otros.